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La migración venezolana ha sido una de las más significativas del siglo XXI. Millones de ciudadanos han abandonado el país en busca de mejores condiciones de vida, seguridad o desarrollo profesional. Sin embargo, lejos de representar solo una fuga de talento, esta diáspora ha dado lugar a un fenómeno igualmente poderoso: el surgimiento de una nueva generación de emprendedores venezolanos que está dejando huella en el mundo.
Desde pequeños negocios en barrios latinos hasta startups tecnológicas en Silicon Valley, pasando por restaurantes, agencias creativas, marcas de ropa o empresas de impacto social, los venezolanos en el extranjero están construyendo historias de éxito, resiliencia y creatividad. Este artículo reúne algunos casos emblemáticos, analiza los factores comunes detrás de estos logros y plantea cómo este fenómeno redefine la imagen de Venezuela en el mundo.
La diáspora como semilla de oportunidades
Para muchos migrantes, emprender ha sido no solo una opción, sino una necesidad. Ante las barreras del mercado laboral, los obstáculos legales o la urgencia económica, montar un negocio se convirtió en una forma de subsistencia, pero también de autorrealización.
La cultura emprendedora venezolana, caracterizada por la improvisación creativa, la flexibilidad y la adaptabilidad, ha sido clave para que miles de exiliados construyan nuevas vidas desde cero en contextos desconocidos.
Algunos factores que han favorecido este auge:
- Acceso a financiamiento o microcréditos en países receptores
- Mercados más estables y abiertos
- Apoyo entre comunidades migrantes
- Mayor conexión con el ecosistema digital global
- Formación previa o experiencia en negocios locales
Pero más allá del contexto, lo que une a estos emprendedores es una determinación profunda por crear valor, representar a su país con dignidad y no rendirse.
Historias que inspiran
A continuación, compartimos algunos casos de venezolanos que han convertido su talento, su pasión y su identidad en empresas exitosas en distintas partes del mundo.
1. Arepa & Co – Londres, Reino Unido
En el corazón de Londres, Arepa & Co es hoy una marca reconocida entre los amantes de la gastronomía latina. Fundada por Gustavo y Gabriela Arias, esta cadena de restaurantes ha introducido la cocina venezolana —arepas, cachapas, tequeños, pabellón— al público británico con una propuesta moderna, accesible y de gran calidad.
Actualmente cuentan con varios locales y presencia en plataformas de delivery. Además, emplean a decenas de migrantes venezolanos y han contribuido a dar visibilidad a la cultura gastronómica criolla en Europa.
2. EdoMatch – Ciudad de México, México
Creada por Daniela Suárez, una joven desarrolladora caraqueña, EdoMatch es una plataforma digital que conecta diseñadores independientes con empresas que necesitan soluciones gráficas rápidas y accesibles.
Con una interfaz intuitiva, inteligencia artificial y un modelo freemium, la app ha sido reconocida por incubadoras mexicanas y ha recibido inversión de capital semilla.
Su fundadora asegura que parte de su éxito se debe a la “mentalidad resolutiva” que adquirió creciendo en Venezuela: “No tenerlo todo te obliga a pensar fuera de la caja constantemente.”
3. Zulia Ventures – Santiago, Chile
Zulia Ventures es una fintech especializada en educación financiera para migrantes en América Latina. Ofrece cursos, herramientas digitales y consultoría para ayudar a otros venezolanos y migrantes a entender el sistema financiero chileno, acceder a créditos y evitar estafas.
Su creador, Luis Salazar, se inspiró en su propia experiencia: al llegar a Chile no entendía los procesos bancarios, sufrió discriminación y casi fue víctima de fraude. Hoy, su empresa asesora a miles de usuarios y ha sido premiada por su impacto social.
4. Vinotinto Studio – Buenos Aires, Argentina
Fundada por Paola Andrade y Erick Blanco, Vinotinto Studio es una agencia de diseño gráfico y branding que trabaja con clientes en toda Latinoamérica. Comenzaron desde un pequeño apartamento en Palermo y hoy cuentan con una oficina, un equipo remoto y contratos con marcas internacionales.
A través de su trabajo, han incorporado elementos visuales inspirados en la cultura venezolana, mezclando modernidad con identidad caribeña. También ofrecen mentorías gratuitas a jóvenes diseñadores migrantes.
5. Yelmo App – Miami, EE.UU.
Con la promesa de “proteger lo que más amas a distancia”, Yelmo es una app creada por tres hermanos venezolanos que permite a migrantes gestionar seguros de salud y emergencias para familiares que aún viven en Venezuela. Desde un celular, un usuario en EE.UU. puede pagar una consulta médica, una hospitalización o un seguro para su madre en Maracaibo.
Yelmo ha crecido rápidamente y fue seleccionada por Google para su programa de startups sociales en 2024.
Impacto más allá del negocio
El éxito de estos emprendedores no solo se mide en ventas o facturación, sino también en:
- Generación de empleo para otros migrantes
- Creación de redes solidarias y profesionales
- Visibilidad positiva para Venezuela en el exterior
- Desarrollo de soluciones a problemas reales
- Apoyo a proyectos sociales o culturales
En muchos casos, estas empresas han creado fundaciones, programas de becas o alianzas con ONG, fortaleciendo así el tejido comunitario de la diáspora.
Retos y aprendizajes comunes
Aunque los logros son notorios, todos los emprendedores coinciden en que el camino no ha sido fácil. Algunos desafíos frecuentes incluyen:
- Trámites migratorios y legales lentos o engorrosos
- Falta de redes de contacto al llegar
- Desconocimiento del entorno empresarial del nuevo país
- Prejuicios o barreras idiomáticas
- Descapitalización inicial
No obstante, muchos coinciden en que la perseverancia, la creatividad y el enfoque en aportar valor han sido sus mejores aliados.
La nueva cara de Venezuela ante el mundo
La diáspora venezolana, a menudo asociada con cifras de crisis, pobreza o desplazamiento, también tiene otra cara: la de miles de emprendedores que están construyendo futuro con las manos, la mente y el corazón.
Su éxito redefine la narrativa de lo que significa ser venezolano en el exterior. Ya no solo se trata de sobrevivir, sino de innovar, influir y contribuir activamente en los países que los reciben.
Conclusión
Los emprendedores venezolanos en el extranjero están demostrando que el talento, la pasión y la resiliencia pueden abrir puertas en cualquier lugar del mundo. Sus historias no solo inspiran a quienes están fuera, sino que también envían un poderoso mensaje a quienes siguen en Venezuela: es posible crear, emprender y dejar huella, sin importar las circunstancias.
Estos venezolanos no solo exportan productos o servicios: exportan esperanza, capacidad y una visión moderna de país. Y quizás, algún día, muchos de ellos volverán para reconstruir desde adentro lo que ya han demostrado que pueden hacer afuera.