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En un país como Venezuela, donde la crisis económica ha obligado a reinventar formas de producción y consumo, la economía circular está emergiendo como una solución creativa, sostenible y cada vez más necesaria. Lejos de ser un concepto teórico o importado, este modelo está siendo adoptado por comunidades, emprendedores, cooperativas y hasta algunos municipios, que han comenzado a transformar residuos en recursos, basura en oportunidades y desechos en valor.
La economía circular propone un cambio radical en el sistema productivo tradicional. En lugar de producir, consumir y desechar, plantea reducir, reutilizar, reparar y reciclar. Es decir, cerrar el ciclo de vida de los productos, extendiendo su utilidad, evitando el desperdicio y cuidando los ecosistemas. En Venezuela, donde muchas veces escasean los insumos nuevos, esta lógica cobra aún más sentido.
Este artículo explora qué es la economía circular, cómo se está aplicando en Venezuela, quiénes la están promoviendo y qué impacto tiene en el empleo, la sostenibilidad y la cultura ciudadana.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un modelo alternativo al sistema económico lineal. Su objetivo es mantener los productos, materiales y recursos en uso durante el mayor tiempo posible, generando el mínimo de residuos.
Sus principios fundamentales son:
- Diseñar sin desperdicio
- Mantener productos y materiales en uso
- Regenerar sistemas naturales
En términos simples, es producir sin destruir. Y aunque muchas veces se asocia solo al reciclaje, va mucho más allá: involucra ecodiseño, reutilización, compostaje, reparación, alquiler compartido y modelos de producción local.
¿Por qué tiene tanto sentido en Venezuela?
En un país donde:
- La importación de insumos es costosa o inviable
- Los servicios de recolección de basura son ineficientes
- El plástico, el vidrio y los metales se acumulan sin control
- El desempleo y la informalidad son elevados
…la economía circular no solo es deseable, sino posible y urgente. Representa una vía para:
- Crear empleos verdes y de bajo coste
- Reducir la presión sobre vertederos y espacios públicos
- Revalorizar saberes populares y técnicas tradicionales
- Promover una cultura de cuidado y responsabilidad colectiva
Además, permite reactivar economías locales con materiales ya existentes, disminuyendo la dependencia de importaciones.
Iniciativas circulares que ya funcionan en Venezuela
Aunque aún no existe una política nacional de economía circular, numerosas experiencias están demostrando su viabilidad en distintos estados del país.
1. Ecodiseño urbano en Maracaibo
El colectivo “Reciclarte Zulia” ha creado muebles, parques infantiles, jardineras y espacios de arte público con materiales reciclados: paletas de madera, botellas plásticas, neumáticos, latas y más. Han intervenido plazas, escuelas y espacios deportivos con un enfoque estético, funcional y educativo.
Además de embellecer la ciudad, generan conciencia ambiental y empleos comunitarios.
2. Cooperativas de reciclaje en Caracas
En varias parroquias caraqueñas, grupos organizados de recicladores, cartoneros y recolectores han creado cooperativas para:
- Clasificar residuos sólidos
- Vender materia prima recuperada a industrias nacionales
- Elaborar productos como libretas recicladas, bolsas reutilizables y mobiliario urbano
Organizaciones como “Ciudad Laboratorio” y “Proyecto Basura Cero” han dado apoyo técnico, formación y visibilidad a estas iniciativas.
3. Compostaje comunitario en Mérida
En zonas agrícolas y urbanas del estado Mérida, colectivos como “Mérida Verde” promueven el compostaje doméstico y comunitario como alternativa al vertido de residuos orgánicos.
En conjunto con escuelas y comunidades, recolectan restos de comida, poda y papel, y los transforman en abono natural para huertos, plazas y jardines. Han instalado composteras públicas y desarrollado talleres de compostaje con niños y adultos.
4. Emprendimientos de moda sustentable
En ciudades como Valencia y Barquisimeto, han surgido marcas de ropa que trabajan con materiales reciclados o reutilizados: retazos, prendas en desuso, botones recuperados. Algunas de estas marcas combinan diseño, economía solidaria y formación laboral para mujeres en situación vulnerable.
Una de ellas, “Revive Atelier”, capacita a mujeres en costura y reciclaje textil, promoviendo un consumo más ético y consciente.
5. Reciclaje electrónico y reparación
En Caracas y Maracay, colectivos juveniles han impulsado jornadas de recolección y reparación de equipos electrónicos, como teléfonos, tablets, cargadores y computadoras. En lugar de desechar, se busca reutilizar partes, reparar dispositivos y reducir el impacto de la chatarra tecnológica.
También se han creado “laboratorios ciudadanos” donde se imparten talleres de reparación, soldadura y programación básica con materiales reciclados.
Educación y cultura circular: claves del cambio
Una de las claves para que la economía circular florezca es educar y sensibilizar a la población. En este sentido, muchas de las experiencias exitosas han ido acompañadas de:
- Talleres en escuelas y liceos
- Campañas en redes sociales y medios comunitarios
- Eventos de trueque, ferias de reciclaje y mercadillos de segunda mano
- Creación de clubes ecológicos juveniles
- Formación de promotores ambientales locales
La educación circular enseña que cada acción cuenta: separar residuos, reparar un objeto, evitar el plástico, sembrar en compost. Son pequeños gestos que multiplican su impacto cuando se hacen colectivamente.
¿Qué falta para consolidar la economía circular en Venezuela?
Si bien las iniciativas comunitarias han crecido, su impacto aún es limitado frente a la magnitud del problema ambiental. Para consolidar este modelo se requiere:
- Políticas públicas integrales
- Normativas que incentiven la separación en origen y el reciclaje
- Penalización del uso de plásticos de un solo uso
- Promoción fiscal para emprendimientos circulares
- Inversión en infraestructura
- Centros de acopio y clasificación de residuos
- Plantas de tratamiento y reciclaje
- Apoyo técnico y logístico a cooperativas y emprendimientos
- Articulación institucional y multisectorial
- Coordinación entre alcaldías, ministerios, universidades, empresas y comunidades
- Planes regionales de economía circular adaptados al contexto local
- Financiamiento verde y acceso a crédito
- Fondos para proyectos ambientales comunitarios
- Apoyo a mujeres y jóvenes emprendedores circulares
- Datos y estadísticas confiables
- Diagnósticos sobre generación y manejo de residuos
- Evaluación de impacto ambiental y social
Conclusión
La economía circular en Venezuela ya no es una promesa: es una realidad que avanza a pulso de creatividad, necesidad y compromiso ciudadano. En cada barrio donde se recicla, en cada taller que enseña a reparar, en cada comunidad que hace compost, se está sembrando una nueva cultura.
Una cultura que entiende que el planeta no es infinito, que el consumo debe ser responsable y que lo que hoy se desecha, mañana puede ser la base de una nueva oportunidad.